Después de otro mitin de la oposición celebrado el martes más de 300 personas fueron detenidas. Los canales federales evitaron pronunciarse sobre los disturbios. Stanislav Kúcher, observador político de Kommersant FM, lanzó un mensaje a sus compañeros.
Hoy me dirijo a nuestros oyentes habituales, colaboradores de los servicios de informativos de los canales federales. Chicos, me adelanto: no se trata de la política, sino únicamente del profesionalismo.
El motivo de mi comentario es el programa de informativos Vesti, emitido ayer a las ocho de la tarde. Recuerdo los rostros tristes de los presentadores. Dieron la entradilla para el reportaje sobre el mitin de la juventud en apoyo de “la victoria limpia” de Rusia Unida en las elecciones. En el reportaje, salieron las caras de adolecentes, casi niños, en gran plano, declarando el amor al “partido del poder”. Luego, con cara de póker, los periodistas dieron la entradilla para la siguiente crónica, ésta vez, sobre la marcha de la juventud, con tambores, a favor de Rusia Unida… A continuación, por curiosidad, cambié al Сanal Uno. Yekaterina Andréyevna lo tuvo más fácil: en su informativo no hubo reportajes sobre las marchas progubernamentales, comenzaron con Medvédev y terminaron, perdón, prosiguieron, con Putin…
A muchos de vosotros, muchachos y muchachas, os conozco en persona y os considero personas decentes, capaces de responder al lema profesional “las noticias son nuestra profesión”. Entiendo en qué condiciones estáis trabajando. El dinero, los créditos, digan lo que digan los filósofos, son importantes, sobre todo cuando se tienen hijos y simplemente una costumbre a cierto nivel de vida. Entiendo que algunos de vosotros, al finalizar los estudios de periodismo, no habéis prestado el juramento de “escribir y decir la verdad”, como por ejemplo mis padres en Marsovo Pole en Sant Petersburgo. También sé que a muchos de vosotros os importa una mierda ese juramento y sabéis a qué os dedicáis.
En cualquier caso, os dais cuenta de que estos días estáis haciendo su trabajo de una forma muy poco profesional.
Cuando en las dos capitales de nuestra Patria común (de momento), por primera vez en diez años empezaron a salir miles de personas para expresar lo que opinan sobre las elecciones, de las cuales el presidente discursea en vuestros programas, y vosotros no les dedicáis ni una sola palabra, esto es antiprofesional. Y punto. Cuando los vehículos militares se acumulan en el centro de la capital y paralizan la circulación, y vosotros os quedáis callados, eso tampoco es profesional. Cuando les dan una paliza y les detienen a vuestros compañeros de los principales medios de comunicación, pero vosotros no pronunciáis una palabra, eso (y no hablo del aspecto moral, porque es una cochinada), eso no es profesional. Ya está.
Estáis silenciando la información a millones de personas, información que como mínimo influiría en su estado de ánimo. Ya podéis tirar todos los TEFI que habéis recibido por vuestros “mejores informativos”. En estos días os deshonráis vosotros y deshonráis a vuestra profesión.
[…]. Nunca es tarde para sentirse un profesional y simplemente una persona digna y no un títere en las manos claramente temblorosas y no tan hábiles como podía parecer.
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«Коммерсантъ FM». Станислав Кучер