Para intentar explicar el fenómeno de Sarah Palin hay que decir que ocupa una categoría muy especial, casi única, dentro de la política de Estados Unidos. Se comunica con su millón largo de seguidores por Facebook, está intentando rentabilizar al contado su fama y al mismo tiempo construir un camino alternativo hacia una posible candidatura presidencial. Ha demostrado manejar como un violín a la insurgencia conservadora del "Tea Party". Y resulta evidente que domina la técnica del "sound bite", que básicamente consiste en presentar mensajes electorales con el menor número posible de palabras.
Dentro de ese estilo tan particular, no debería llamar mucho la atención que la ex gobernadora de Alaska fuera sorprendida el pasado domingo utilizando una especie de chuleta escrita en su mano durante un coloquio al término de la primera convención nacional del "Tea Party" en Nashville. El problema es que el contenido de esas notas no eran fechas, nombres o números difíciles de recordar. Sino la respuesta a una pregunta tan blanda como enumerar las tres cosas más importantes que tendría que hacer el Partido Republicano si recupera su poder perdido en Washington: "energía", "recorte de impuestos" y "elevar el espíritu americano".
No es difícil imaginar todo el oprobio que ha generado el recurrir a una chuleta para recitar lugares comunes de tan poco calado. Sobre todo después de que Sarah Palin, durante su anticipado discurso en Nashville por el que recibió 100.000 dólares, se refirió a Obama como "un tipo carismático con un teleprompter", en referencia al sistema de disimuladas pantallas utilizado para leer discursos en público. Por supuesto, los comediantes de los programas televisivos de noche han tenido una sobredosis de inspiración con el asunto del "hand job" para ridiculizar a la ex gobernadora.
Todo este cachondeo humillante llegó este martes hasta la sala de Prensa de la Casa Blanca, con el portavoz Robert Gibbs recurriendo a notas escritas en la mano como "esperanza" y "cambio" durante su comparecencia diaria ante los medios de comunicación. Y de propina, acaba de conocerse la portada de la próxima edición de la revista "Playgril" que incluye un desnudo de Levi Johnston, el estudiante que dejó embarazada a Bristol Palin coincidiendo con la campaña de su madre a la vicepresidencia de Estados Unidos.
En resumen, todo normal en la excepcionalidad permanente de Sarah Palin.
Dentro de ese estilo tan particular, no debería llamar mucho la atención que la ex gobernadora de Alaska fuera sorprendida el pasado domingo utilizando una especie de chuleta escrita en su mano durante un coloquio al término de la primera convención nacional del "Tea Party" en Nashville. El problema es que el contenido de esas notas no eran fechas, nombres o números difíciles de recordar. Sino la respuesta a una pregunta tan blanda como enumerar las tres cosas más importantes que tendría que hacer el Partido Republicano si recupera su poder perdido en Washington: "energía", "recorte de impuestos" y "elevar el espíritu americano".
No es difícil imaginar todo el oprobio que ha generado el recurrir a una chuleta para recitar lugares comunes de tan poco calado. Sobre todo después de que Sarah Palin, durante su anticipado discurso en Nashville por el que recibió 100.000 dólares, se refirió a Obama como "un tipo carismático con un teleprompter", en referencia al sistema de disimuladas pantallas utilizado para leer discursos en público. Por supuesto, los comediantes de los programas televisivos de noche han tenido una sobredosis de inspiración con el asunto del "hand job" para ridiculizar a la ex gobernadora.
Todo este cachondeo humillante llegó este martes hasta la sala de Prensa de la Casa Blanca, con el portavoz Robert Gibbs recurriendo a notas escritas en la mano como "esperanza" y "cambio" durante su comparecencia diaria ante los medios de comunicación. Y de propina, acaba de conocerse la portada de la próxima edición de la revista "Playgril" que incluye un desnudo de Levi Johnston, el estudiante que dejó embarazada a Bristol Palin coincidiendo con la campaña de su madre a la vicepresidencia de Estados Unidos.
En resumen, todo normal en la excepcionalidad permanente de Sarah Palin.
Blog ABC
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