Puntuación en un diálogo en la lengua española
La raya, o el guión largo, (—) (Ctrl + Alt + -) sirve generalmente para indicar tanto las intervenciones o parlamentos de los personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador.
1. El caso más sencillo es el primero. Adviértase simplemente que la raya de arranque de diálogo va pegado a la primera palabra del parlamento.
Por la noche, durante la cena, dijo:
—Gerardo debería tomar clases de natación.
2. Eel guión de cierre se considera superfluo —y por tanto se elimina— cuando el párrafo termina con un inciso del narrador.
—¿Tú sabes que son las ménades? —preguntó.
3. Los guiones que encierran el inciso del narrador van pegados a éste:
—Mira, güero —dijo mientras tomaba la pistola—. Siéntate. No te pongas así. Aquí las cosas funcionan muy distinto.
4. Un punto de cierre figura después del inciso del narrador, aun cuando el parlamento del personaje previo al inciso lleve signos de exclamación, de interrogación o puntos suspensivos.
—¡Ah, aquí está! —exclamó al poco tiempo—. Toma, échale un vistazo.
—¡Ay, Martín! —dijo Julia—, cualquiera haría esa pregunta.
5. Si el inciso comienza con un verbo que no es un verbum dicendi o si se considera que el inicio no tiene relación directa con el parlamento anterior, el inciso se abre con la mayuscula.
—No está. Se fue a la biblioteca de la universidad. Relájate. —Me dio un empujón, y caí en su cama.
6. Los dos puntos se colocan después del inciso, tanto si pertenecen a éste como al parlamento:
—El día en que te cases, maestro, debes tener bien llenita tu cuenta porque te la van a exprimir poco a poco —miró por si se aproximaba Julia y siguió con su tono aleccionador—: Al principio te dicen que no les gusta el shopping, pero cuando te casas se vuelve su deporte favorito.
—Se dice que la Laika rusa murió por un fallo en el sistema de aire del Sputnik II, o por el calentamiento de la nave a pocas horas del ascenso. No se sabe. Pero sufrió muchísimo, y el Sputnik II se incendió siete días después, cuando entró en la atmósfera. —Hizo un gesto con las manos simulando una explosión. Y añadió—: ¿Sabes qué quiere decir Laika en ruso?
Los ejemplos del libro Cuando ellas me quieran de Jordi Mariscal (Flamma Editorial, 2010)
7. Cuando la intervención de un personaje se dispone en varios párrafos a causa de su extensión, a partir del segundo párrafo no hay que usar guiones sino sólo comillas de seguir que —conviene insistir en ello— no deben cerrarse al final.
—Sí. Porque no me lo había planteado antes. No había querido hacerlo. Los detalles adquirieron entonces una increíble importancia. Me aturdía encontrarme otra vez en Nueva York, sinceramente. Me sentía como una extraña, como si aquella no fuera mi ciudad.
»Cuando llegamos a Hamond Hill estaban todos allí en la sala. Y la misma ansiedad que había sentido antes se repitió en aquellos momentos con mis hermanos y mi hermana. No me cansaba de mirarlos. Los veía también como unos extraños, como si no fueran de mi misma carne...
»Y recuerda lo que te digo. Me has pedido que te lo cuente y eso es lo que estoy haciendo. Nos reunimos con los demás y hablamos con papá y mamá, que habían organizado la reunión como si se tratara de un congreso. Lo único que faltaba eran tarjetas en las solapas.
8. También usaremos este tipo de comillas siempre que un diálogo aparezca dentro de otro diálogo, pero en este caso, después de las comillas (que tampoco se cerrarán) sí debe ir el guión correspondiente.
—La historia de Arturo y Raquel sería incluso divertida si no fuera tan trágica. Hacían una sola comida al día, hasta que a él se le ocurrió la idea. Y recuerdo perfectamente —seguía explicando Jacques— la conversación que tuvieron:
»—Deja de quejarte —le dijo él—. Ya sé cómo podemos comer.
»—¿Cómo? —preguntó ella, atónita.
»—Muy sencillo —contestó él—. Ve a la Maternidad y les dices que estás embarazada. Te darán comida y no te preguntarán nada.
»—¡Pero yo no estoy embarazada! —chilló ella.
»—¿Y qué? —repuso él—. Basta con una almohada o dos. Es nuestra última oportunidad y no podemos dejarla escapar.
9. Es posible que un diálogo empiece con puntos suspensivos y con inicial minúscula. Ello ocurre cuando un personaje retoma una conversación interrumpida por el parlamento de otro personaje. Adviértase, en el tercer ejemplo, que los puntos suspensivos van pegados al guión, y por tanto separados de la primera palabra del diálogo ("y"):
—Depende de cómo se interpreten sus palabras —dijo insegura la señorita Fischer—. Quiero decir que cuando una muchacha no puede acercarle la mantequilla a un hombre sin ruborizarse hasta las orejas...
—Comprendo perfectamente su turbación —cortó con aspereza la señorita Pearl.
—... y cuando le da las gracias y luego le pregunta si quiere una galleta como si él fuera el médico de la familia... No sé si entiende lo que quiero decir.
http://fercamuniverso.blogspot.com/2008/03/reglas-para-utilizar-guiones-de-dilogo.html
La raya, o el guión largo, (—) (Ctrl + Alt + -) sirve generalmente para indicar tanto las intervenciones o parlamentos de los personajes (guiones de diálogo) como los incisos del narrador.
1. El caso más sencillo es el primero. Adviértase simplemente que la raya de arranque de diálogo va pegado a la primera palabra del parlamento.
Por la noche, durante la cena, dijo:
—Gerardo debería tomar clases de natación.
2. Eel guión de cierre se considera superfluo —y por tanto se elimina— cuando el párrafo termina con un inciso del narrador.
—¿Tú sabes que son las ménades? —preguntó.
3. Los guiones que encierran el inciso del narrador van pegados a éste:
—Mira, güero —dijo mientras tomaba la pistola—. Siéntate. No te pongas así. Aquí las cosas funcionan muy distinto.
4. Un punto de cierre figura después del inciso del narrador, aun cuando el parlamento del personaje previo al inciso lleve signos de exclamación, de interrogación o puntos suspensivos.
—¡Ah, aquí está! —exclamó al poco tiempo—. Toma, échale un vistazo.
—¡Ay, Martín! —dijo Julia—, cualquiera haría esa pregunta.
5. Si el inciso comienza con un verbo que no es un verbum dicendi o si se considera que el inicio no tiene relación directa con el parlamento anterior, el inciso se abre con la mayuscula.
—No está. Se fue a la biblioteca de la universidad. Relájate. —Me dio un empujón, y caí en su cama.
6. Los dos puntos se colocan después del inciso, tanto si pertenecen a éste como al parlamento:
—El día en que te cases, maestro, debes tener bien llenita tu cuenta porque te la van a exprimir poco a poco —miró por si se aproximaba Julia y siguió con su tono aleccionador—: Al principio te dicen que no les gusta el shopping, pero cuando te casas se vuelve su deporte favorito.
—Se dice que la Laika rusa murió por un fallo en el sistema de aire del Sputnik II, o por el calentamiento de la nave a pocas horas del ascenso. No se sabe. Pero sufrió muchísimo, y el Sputnik II se incendió siete días después, cuando entró en la atmósfera. —Hizo un gesto con las manos simulando una explosión. Y añadió—: ¿Sabes qué quiere decir Laika en ruso?
Los ejemplos del libro Cuando ellas me quieran de Jordi Mariscal (Flamma Editorial, 2010)
7. Cuando la intervención de un personaje se dispone en varios párrafos a causa de su extensión, a partir del segundo párrafo no hay que usar guiones sino sólo comillas de seguir que —conviene insistir en ello— no deben cerrarse al final.
—Sí. Porque no me lo había planteado antes. No había querido hacerlo. Los detalles adquirieron entonces una increíble importancia. Me aturdía encontrarme otra vez en Nueva York, sinceramente. Me sentía como una extraña, como si aquella no fuera mi ciudad.
»Cuando llegamos a Hamond Hill estaban todos allí en la sala. Y la misma ansiedad que había sentido antes se repitió en aquellos momentos con mis hermanos y mi hermana. No me cansaba de mirarlos. Los veía también como unos extraños, como si no fueran de mi misma carne...
»Y recuerda lo que te digo. Me has pedido que te lo cuente y eso es lo que estoy haciendo. Nos reunimos con los demás y hablamos con papá y mamá, que habían organizado la reunión como si se tratara de un congreso. Lo único que faltaba eran tarjetas en las solapas.
8. También usaremos este tipo de comillas siempre que un diálogo aparezca dentro de otro diálogo, pero en este caso, después de las comillas (que tampoco se cerrarán) sí debe ir el guión correspondiente.
—La historia de Arturo y Raquel sería incluso divertida si no fuera tan trágica. Hacían una sola comida al día, hasta que a él se le ocurrió la idea. Y recuerdo perfectamente —seguía explicando Jacques— la conversación que tuvieron:
»—Deja de quejarte —le dijo él—. Ya sé cómo podemos comer.
»—¿Cómo? —preguntó ella, atónita.
»—Muy sencillo —contestó él—. Ve a la Maternidad y les dices que estás embarazada. Te darán comida y no te preguntarán nada.
»—¡Pero yo no estoy embarazada! —chilló ella.
»—¿Y qué? —repuso él—. Basta con una almohada o dos. Es nuestra última oportunidad y no podemos dejarla escapar.
9. Es posible que un diálogo empiece con puntos suspensivos y con inicial minúscula. Ello ocurre cuando un personaje retoma una conversación interrumpida por el parlamento de otro personaje. Adviértase, en el tercer ejemplo, que los puntos suspensivos van pegados al guión, y por tanto separados de la primera palabra del diálogo ("y"):
—Depende de cómo se interpreten sus palabras —dijo insegura la señorita Fischer—. Quiero decir que cuando una muchacha no puede acercarle la mantequilla a un hombre sin ruborizarse hasta las orejas...
—Comprendo perfectamente su turbación —cortó con aspereza la señorita Pearl.
—... y cuando le da las gracias y luego le pregunta si quiere una galleta como si él fuera el médico de la familia... No sé si entiende lo que quiero decir.
http://fercamuniverso.blogspot.com/2008/03/reglas-para-utilizar-guiones-de-dilogo.html
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